Contrastes (continuación)

El que ama la corrección ama el conocimiento,

Pero el que aborrece la reprensión es necio.

El bueno alcanzará el favor de YHVH,

Pero Él condenará al hombre de malos designios.

El hombre no se afianzará por medio de la impiedad,

Pero la raíz de los justos nunca será removida.

La mujer virtuosa es corona de su marido,

Pero la que lo avergüenza, como carcoma en sus huesos.

Los pensamientos de los justos son rectitud,

Pero los consejos de los impíos, engaño.

Las palabras del malvado son asechanzas mortales,

Pero a los rectos los libra su propia boca.

Se derrumban los malvados, y ya no existen,

Pero la casa de los justos permanecerá.

Conforme a su sabiduría es alabado el hombre,

Pero el perverso de corazón será despreciado.

Más vale el modesto, pero que tiene servidor,

Que el que se alaba, y carece de pan.

10 El justo atiende al sustento de su bestia,

Pero aun las compasiones de los inicuos son crueles.

11 El que labra su tierra, se saciará de pan,

Pero el que persigue lo vano carece de entendimiento.

12 Los deseos del impío son malos,

Pero las raíces del devoto son firmes.

13 En la falsedad de sus labios se enreda el malvado,

Pero el justo saldrá de la tribulación.

14 De lo que uno habla, se saciará,

Y de lo que uno hace, le pagarán.

15 El camino del necio es recto ante sus propios ojos,

Pero el que escucha el consejo es sabio.

16 El necio manifiesta su ira al instante,

Pero el prudente pasa por alto la injuria.

17 El testigo veraz declara con justicia,

El testigo falso, con mentira.

18 Hay quien profiere palabras como estocadas,

Pero la lengua de los sabios es medicina.

19 El labio veraz permanece para siempre,

Pero la lengua mentirosa por un instante.

20 Hay engaño en el corazón del que trama el mal,

Mas para los consejeros de la paz hay alegría.

21 Ninguna iniquidad es deseada por el justo,

Pero los malvados están colmados por el mal.

22 Abominación a YHVH es el labio mentiroso,

Pero su deleite está en los que obran fielmente.

23 El hombre prudente encubre su conocimiento,

Pero el corazón de los necios hace pública su necedad.

24 La mano del diligente señoreará,

Mas las indolentes serán tributarias.

25 La congoja abate el corazón del hombre,

Pero la buena palabra lo alegra.

26 El justo sirve de guía a su prójimo,

Pero el camino de los malvados los hace errar.

27 ¡Ni su propia presa asará el indolente!

¡Precioso tesoro del hombre es la diligencia!

28 En la senda de la justicia está la vida,

En su sendero no hay muerte.

 


12.10 Se inserta aun para suplir elipsis del original. 12.12 Se sigue LXX. 

 Abreviaciones