Jn 8.25. La respuesta de Jesús: ¿Qué os digo desde el principio? (respaldada por una abrumadora mayoría de los mss. más antiguos) ha resultado siempre difícil de traducir y, a causa de su peculiar construcción sintáctica, muy enigmática a expositores y lingüistas. Siguiendo el objetivo de textualidad en esta obra, se ha considerado que hablar puede ser sustituido por decir. Pero la dificultad principal la constituye el extraño comienzo de la frase: tèn arjèn, un hapax legómenon (es decir, palabras que aparecen una sola vez en el Texto Sagrado) que puede verterse de varias maneras: ante todo, exactamente, al principio, o desde el principio, pues ni más ni menos. Quizá la respuesta de Jesús resultó tan enigmática para sus interlocutores de antaño como lo es hoy para nosotros.