Ciudades de refugio

1 Y habló YHVH a Josué, diciendo: 2 Habla a los hijos de Israel, y diles: Asignad las ciudades de refugio, de las cuales os hablé por medio de Moisés, 3 para que el homicida que mate a alguien por error pueda huir, y aquellas ciudades os sirvan de refugio. Y no será muerto el homicida por el vengador de la sangre, [[4-5]] 6 para que comparezca en juicio delante de la congregación. 

7 Entonces hicieron apartar a Cedes en Galilea, en la serranía de Neftalí, a Siquem en la serranía de Efraín, y a Quiriat-Arba (que es Hebrón), en la serranía de Judá. 8 Y de la otra parte del Jordán designaron a Beser, en el desierto, en la llanura de la tribu de Rubén, a Ramot, en Galaad, de la tribu de Gad, y a Golán, en Basán, de la tribu de Manasés.

9 Estas son ciudades de refugio señaladas para los hijos de Israel y para el extranjero que habitara en medio de ellos, para que huyera allá todo aquel que quitara la vida por error, a fin de que no pereciera por mano del vengador de la sangre, antes de haber comparecido ante la asamblea.

 


20.2 ciudades de refugio... →Nm 35.6-32; Dt 4.41-43; 19.1-13. 20.3 el vengador de la sangre... Es decir, el familiar responsable de vengar a su pariente muerto. 20.4-5 Se sigue LXX. TM añade vv. 4-5 y parte del v. 6. 

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