Oración de David.

 

Oye, oh YHVH, una causa justa, está atento a mi clamor,

Escucha mi oración hecha de labios sin engaño.

De tu presencia proceda mi vindicación,

Vean tus ojos la rectitud.

Tú has probado mi corazón,

Me has examinado de noche,

Me pasaste por el crisol, y nada hallaste.

He resuelto que mi boca no haga transgresión.

En cuanto a las obras humanas,

Con la Palabra de tus labios,

Me he guardado del camino del violento.

Mis pasos se han sostenido en tus caminos, mis pies no resbalarán.

¡Oh Elohim!, yo te invocaré, y Tú me responderás;

Inclina tu oído hacia mí y escucha mis palabras.

7 ¡Haz maravillosas tus misericordias,

Oh Tú, que salvas de los turbulentos a quienes se refugian a tu diestra!

Guárdame como a la niña de tus ojos,

Escóndeme a la sombra de tus alas,

De delante de los malvados que me oprimen,

De los enemigos mortales que me rodean.

10 Protegidos están en su grosura,

Con su boca hablan con soberbia.

11 En nuestros pasos nos han cercado ahora;

Tienen puestos sus ojos en nosotros para echarnos por tierra;

12 Como león, ávido por hacer presa,

Como leoncillo agazapado en su cueva.

13 ¡Levántate, oh YHVH!

¡Hazle frente y que sea derribado!

Con tu espada libra mi alma del inicuo,

14 Y con tu mano, oh YHVH, de los hombres mundanos,

Cuya porción está en esta vida,

Cuyo vientre Tú hinchas con tu esconder.

¡Sean saciados, pues, sus hijos,

Y dejen las migajas a los hijos de sus hijos!

15 En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia,

Estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza.

 


17.6 Elohim... Lit. ´El§1. 17.14 tu esconder... Es decir, su destino

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