1Co 13.3. ¿Escribió Pablo ina kaujésomai = para gloriarme, o ina kautésomai = para quemarme? La respuesta a estas preguntas requiere la evaluación de algunas consideraciones muy bien balanceadas. En respaldo de la lectura kaujésomai uno puede apelar a un respaldo de evidencia externa que es al mismo tiempo antigua y diversificada: P46, א, A, B, Clemente, Orígenes y Jerónimo. Las consideraciones de transcripción favorecen igualmente a kaujésomai por cuanto los copistas, al no estar seguros respecto al significado del gloriarse de Pablo en conexión con la cláusula precedente (entregar su cuerpo), muy bien pudo haberlos guiado a tratar de mejorar el sentido sustituyéndolo con kautésomai por similitud fonética. Las consideraciones intrínsecas igualmente parecen favorecer kaujésomai ya que este verbo ocurre frecuentemente (un total de 35 veces) en las cartas tradicionalmente atribuidas al apóstol Pablo. En respaldo de kautésomai, por otra parte, existe un número impresionante de mss. (incluyen a C) minúsculos y numerosos escritos patrísticos, entre los cuales se encuentran Tertuliano, Afrates, Cipriano, Basilio, Crisóstomo, Cirilo, Teodoreto, Eutalio, Máximo-Confesor, y Juan-Damasco. Ha sido argüido que, en el contexto, kautésomai es tan apropiado como kaujésomai inapropiado, por cuanto la referencia a ser quemado, bien sea por martirio (como los tres jóvenes hebreos en Dn 3.15 ss.) o por holocausto voluntario, es particularmente apropiado como el más fuerte ejemplo de sacrificio propio, en tanto que, si el motivo en dar la vida es el orgullo y la gloria personal, no hay necesidad de declarar que tal sacrificio nada vale, y así, la siguiente declaración de Pablo y no tengo amor, viene a ser superflua. Se ha preferido la variante de lectura kaujésomai, por las siguientes razones:
a. Con posterioridad a la entrada de la Iglesia en la época del martirio, en la cual la muerte por fuego no era extraña para los santos, es más fácil entender cómo la variante kautésomai llegó a sustituir kaujésomai en el texto, que viceversa. Además, el pasaje en Daniel era bien conocido en la Iglesia y fácilmente pudo haber inducido a algún copista a realizar tal alteración. Por otra parte, si esta última hubiera sido original, no existe ninguna razón que justifique su reemplazo por la otra lectura en los mss. más antiguos.
b. La expresión y si yo entrego mi cuerpo a fin de que yo sea quemado, aún cuando tolerable en sí misma, es notablemente engorrosa. Uno podría haber esperado como expresión más natural para ser quemado, pero en el caso de kaujésomai esta dificultad desaparece.
c. La lectura kautésomai (¡futuro subjuntivo!), aún cuando aparece ocasionalmente en tiempos bizantinos, es un horror gramatical que en manera alguna puede ser atribuida al apóstol Pablo. Ocasionalmente, el futuro indicativo ocurre después de ina (Ga 2.4; Fil 2.10-11).
d. El argumento respecto a que la presencia de la declaración para gloriarme desenfoca el sentido del pasaje, pierde su fuerza cuando uno observa que el gloriarse de Pablo no siempre es reprensible, pues en oportunidades él mismo lo justifica (2Co 8.24; Fil 2.16; 1Ts 2.19; 2Ts 1.4). No obstante lo anterior, el análisis psico-histórico de la escritura patrística podría arrojar mejor luz sobre la calidad profética de esta variante.