Sal 10.3. Según el texto hebreo actual, la segunda parte de este v. dice literalmente: y el avaro bendice, menosprecia a YHVH. Esto no tiene sentido, por lo que muchas versiones introducen distintas elipsis cambiando el sujeto; otras siguen la corriente común, tanto de círculos protestantes como católico-romanos, de que el verbo barakh significa tanto bendecir como maldecir.
Toda esta confusión se ha originado por ignorar que este verbo fue alterado por los Soferim, ya que el texto primitivo decía: y el codicioso (o avaro) maldice (o blasfema) y desprecia (o aborrece) a YHVH. En efecto, aquí (como en 1R 21.10, 13 y Job 1.5, 11; 2.5, 9) el verbo que figuraba en el texto hebreo original no era barakh = bendecir, sino qalal = maldecir o gadaph = blasfemar, pero a fin de evitar el uso de tales verbos con relación a Dios, el verbo de referencia fue sustituido por barakh, con una nota explicativa al margen.