2R 4.42. «El texto antioqueno en I-IV Reyes es ante todo Septuaginta, es decir, coincide con el resto de la tradición griega en un porcentaje elevado de texto. No es una nueva traducción. Pero se separó del resto de la tradición griega muy pronto, probablemente en el siglo I d. C. Por haber escapado a la revisión kaige, conserva un texto muy antiguo y un fondo de lecturas originales perdidas en el resto de la tradición. Esto se manifiesta de una manera especial en la transmisión de los nombres propios, mucho más cercanos al hebreo que en el resto de LXX y, ciertamente, no por influencia hexaplar. El texto antioqueno está enraizado en el hebreo, tanto por la más correcta transmisión de los nombres propios como por otros muchos indicios.» (N. Fernández).