1Co 10.21-22. Casi siempre referido a celos maritales. Relacionado con el sentimiento (pasión) de pertenencia del hombre hacia su esposa compañera (Pr 6.34-35). El adulterio carnal y espiritual son tratados comparativamente en Ex 20.5; 34.14; Jac 4.5; Cnt 8.6; y particularmente en Ez 23.20 y su contexto inmediato. De allí las múltiples advertencias de abstenerse de alimentos ofrecidos a demonios, es decir, la fornicación espiritual (Hch 15.20, 28-29; 1Co 10.20-21), evitando así adulterar contra el Esposo (El-Caná →Ex 20.5; §5) en las llamadas profundidades de Satanás (Ap 2.20, 24). Este adulterio espiritual es cometido por ignorancia supina y con pasmosa liberalidad cada 25 de diciembre (§60), cuando los creyentes participan de la demoníaca mesa navideña que Roma (Jezabel) impone férrea e intransigentemente y que la iglesia obedece mansamente.