Ec 3.21. El texto hebreo dice literalmente: ¿Quién conoce el espíritu de los hijos del hombre? ¿Sube hacia arriba? Y el hálito de la bestia, ¿baja a la tierra? La respuesta implícita parece ser obvia: Nadie lo sabe (Ec 11.5). Sin embargo, muchas versiones, tomando erróneamente el artículo interrogativo hebreo ha como si fuera pronominal o conjuntivo, traducen: ¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres sube arriba, y que el espíritu del animal desciende abajo a la tierra?  tratando así de paliar, mediante un eufemismo, el dilema psicológico que suscita la pregunta de Qohélet.