Sal 40.6. Este registro es una profecía directa de la encarnación de Cristo, y así lo registra la Epístola a los Hebreos 10.5. No obstante, los masoretas sustituyeron la frase con las palabras abriste mis oídos (¡cualquier cosa que esto signifique!). LXX preserva la lectura original, tal como lo cita el texto griego del NP.
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Escrito en 01/11/2018\n_______________\n