Jn 2.4. La pregunta ti emoì kaì soí = ¿qué tengo en común contigo? (similar a Mr 5.7) evidencia que Jesús fue colocado en el útero de María como Cigoto Divino. Es decir, María no contribuyó con la carga cromosómica necesaria para la fecundación de la vida del Hijo de Dios. Este, por tanto, es sin padre (Lc 2.48-49), sin madre (Mt 12.50), sin genealogía (Mt 1) →He 7.3; §224; §292.