He 1.2; 11.3. El uso de la palabra griega aionas mantiene una connotación universal con el tiempo (restricto o irrestricto), e igualmente refiere un significado particular en cuanto al orden divino de períodos o dispensaciones de tiempo incluidos en la duración del Cosmos.

Ahora bien, sin perjuicio de estos significados, en determinados contextos, aionas puede también referirse a universos invisibles y visibles (Col 1.16). El primero, de orden espiritual, enmarcado en un cuádruple escalafón de tronos, dominios, principados y potestades angélicas. El segundo, material, como resultado de la creatio ex nihilo (Gn 1.1) en el cual la Tierra cayó en caos al vacío a causa de la rebelión angélica acontecida en aquel otro universo (Gn 1.2). 

De allí que este, tuvo que ser reorganizado en un Cosmos (Gn 1.3-2.4; He 11.3), dentro del cual transcurre el kronos y ocurre el kairos. Este concepto de universos (Jac 3.5-6), es entendido por los judíos como la creación de lo no visible y de lo visible (Col 1.16), esencialmente distinta de la eternidad (ausencia de tiempo y espacio) inherente a la Deidad. Así aplicado entonces, el plural universos resulta particularmente significativo, por cuanto revela la existencia de universos paralelos con acontecimientos que, posiblemente, se desenvuelven indistintamente pero con extraordinaria similitud en su esencia experimental (Ec 1.10). Este concepto pudiera arrojar luz en la visión de la gloria divina en Ezequiel. 

Por otro lado, el tiempo de término y las señales para la consumación del siglo (Mt 24.3) son explicadas por el Señor Jesús como respuesta a la inquietud de sus discípulos (Mt 24.5-28). 

Gran parte de la revelación de los salmos y de los profetas giran en torno a este gran tema. Los libros proféticos como Daniel, Zacarías y Apocalipsis centran su atención en el tema de la segunda venida de Cristo y la consumación de la historia y el reino. En las profecías de Daniel que tienen relación con los tiempos de los gentiles y el programa de Dios para la nación de Israel, se relaciona la consumación de ambos con la venida del Hijo del Hombre desde el Cielo (Dn 7.13-14). 

Las condiciones mundiales de hoy están en línea con todo lo que la Biblia ha profetizado y parecen indicar un acercamiento acelerado hacia la consumación del tiempo del fin que precederá al arrebatamiento de la iglesia e incluirá sucesos relacionados con el tiempo del fin y la segunda venida de Cristo para establecer su reino milenial.