Jn 12.40; Mt 13.15; Hch 28.27; Is 6.10 Aun así... El súbito cambio verbal del subjuntivo (vieran, entendieran, fueran convertidos) al indicativo (sanaré) da una fuerza particular a la preposición kai como adversativo. Es decir, sin embargo, a pesar de ello, aun así. Este giro del idioma, marca de manera magistral el misterio del endurecimiento parcial de Israel (Ro 11.25) que es posible observar en tipos tales como la vara y la peña (Nm 20.8-11) y la maldición de la higuera estéril (Mr 11.13-14). sanaré... Las palabras de Isaías citadas por Jesús hablan de la restauración de Israel en el tiempo verbal de indicativo futuro. Las multitudes que lo escuchaban no podían creer (Jn 12.39; Mt 13.11) en su Mesías hasta que entrara la plenitud de los gentiles (Ro 11.25). Isaías en otra de sus profecías nos anuncia que YHVH volverá a recobrar con su mano, por segunda vez, al resto de su pueblo (Is 11.11).
También Jeremías lo anuncia y Pablo lo cita cuando dice que vendrá de Sión el Libertador y quitará de Jacob la impiedad y así todo Israel será salvo (Ro 11.26) porque irrevocables son los dones y el llamamiento de DIOS. (Ro 11.29). Esto lo tenemos en tipos en la historia de José (Gn 43.1-34) cuando en la segunda, José fue reconocido por sus hermanos (Hch 7.13) y en la posibilidad que Dios les daba de participar en una segunda pascua (Nm 9.6-14) a los que no habían podido en la primera.
Esta segunda pascua contiene un significado escatológico en referencia a la aplicación de la sangre derramada en aquellos que aún no ha limpiado (Jl 3.21).