La llamada lectio duplex (lectura doble) es un tipo de redundancia particular (conflación), creada por la combinación de dos o tres lecturas diferentes, en ocasiones sinónimas, a causa de estar yuxtapuestas o cercanas. Este tipo de lectura resulta por un error en el paralelismo de elementos, pero en otros casos, llega a desarrollarse a causa de un deseo consciente del escriba por preservar lecturas alternas. La mayoría de lectio duplex surgió cuando los elementos interlineales o marginales (comentarios o correcciones del escriba) fueron integrados al texto original por copistas ulteriores. Igualmente, las lectio duplex pueden ser reconocidas en la combinación de morfemas que lucen mutuamente exclusivos, y que usualmente ocurren dentro de una misma palabra. La imprecisión en las labores de copiado, en donde las palabras comentadas se encuentran relativamente cerca del texto bíblico, dieron origen a un número de lectio duplex que, por no tener un respaldo que permita su evaluación como alteración textual, se califican como hipotéticas. Sin embargo, estas pueden ser identificadas por instancias similares en otras porciones del texto bíblico, que sí están registradas en testigos fidedignos (Q, LXX y PS). Por otra parte, no es del todo imposible suponer que estos ejemplos reflejen una característica lingüística antes que un fenómeno textual. Las principales alteraciones se citan oportunamente a pie de página. Algunos pasajes que presentan lecturas dobles los tenemos en 1S 4.21-22; 2R 11.4, 6, 11, 13-14.

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