En el caso del texto hebreo, según la tradición de lectura en las Sinagogas, la Torah fue subdividida antiguamente de manera que se leyeran 53 (o 54) parashot (secciones de lectura) para cada Shabbat del año, conforme al ciclo anual babilónico; o 154 a 167 sedarim, conforme al ciclo trienal palestino. Sin embargo, ni la numeración de versículos ni la división de sus libros en capítulos tiene raíces judías. Este sistema proviene de una tradición manuscrita medieval inglesa del siglo XIII, transferida luego a Francia. La referencia más antigua de dicha división está preservada en el ms. de París de la Vulgata Latina (siglo XIII). De esta versión, el sistema fue insertado en todos los mss. y ediciones del Viejo Pacto. Es oportuno destacar también que las distintas ediciones del TM difieren ocasionalmente en su división de capítulos y en su división y numeración de versículos. En cuanto al texto griego del Nuevo Pacto, el sistema de división más antiguo está preservado en los márgenes del Codex Vaticanus (siglo IV). Este ms. presenta 170 secciones en Mateo, 62 en Marcos, 152 en Lucas y 50 en Juan. Por su parte, el Codex Alexandrinus (siglo V) registra una división diferente: 68 en Mateo, 48 en Marcos, 83 en Lucas y 18 en Juan. Los distintos mss. de Hechos exhiben divisiones que varían entre 36 y 69 capítulos. Tal como es conocida hoy, la compaginación en versículos numerados fue hecha de forma apresurada y accidental por un editor francés del siglo XVI. Ahora bien, por cuanto estos sistemas de división y numeración fueron hechos arbitrariamente mucho tiempo después de la composición original del Texto Sagrado, reflejan una exégesis tardía y no siempre precisa, que en muchas ocasiones afecta el sentido del pasaje. Consecuentemente, estas secciones han sido debidamente reordenadas según el contexto, informando al lector a pie de página.

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