Tanto en el hebreo como en el griego, la scriptio continua no solo ignora la separación de palabras, sino también se caracteriza por la ausencia de cualquier tipo de puntuación. Ocasionalmente, esto puede resultar crítico en el momento de interpretar ciertas oraciones. Hay un dicho infantil que puede ser ejemplo (de puntuación desacertada): Tengo diez dedos en cada mano, cinco y veinte en mis manos y pies. La puntuación correcta, obviamente es: Tengo diez dedos, en cada mano cinco, y veinte en mis manos y pies. Ejemplos similares pueden hallarse en cualquier idioma, que demuestran cuán radicalmente la puntuación de una oración puede afectar su significado. 

Aun cuando las grandes pausas aparecen indicadas en los mss., no hay autoridad alguna que pueda establecer las puntuaciones menores, las cuales han de ser inferidas mediante el contexto (cercano o remoto). En este orden de ideas, la BTX sigue fielmente las reglas de puntuación ortográfica del castellano, introduciendo en ocasiones el uso de puntos suspensivos, y en otros pasando por alto la división de los versículos citándose oportunamente los pasajes beneficiados por estas aplicaciones. Aparentemente, no hay nada más insignificante o trivial que un simple punto. Sin embargo, existen problemas relacionados con el significado que pueden depender de ello, y el más pequeño detalle puede llevar un peso importante en cuanto al significado, no solo referente al texto, sino en cuanto a su exégesis. 

Para ilustrarlo citamos el ejemplo de Lc 2.14 elección... en donde la diferencia entre las lecturas: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! y la presente, no solo plantea un problema exegético del significado griego, sino también un dilema relacionado con el criticismo textual. ¿Concluye acaso el himno angélico con la palabra eudokia = buena voluntad, o con eudokias = complacencia, elección? El genitivo eudokias (que constituye la lectura más difícil), tiene el respaldo indubitable de los mss. más antiguos y fieles al original.



Comparación entre dos Códices en el pasaje de Lucas 2.14

 

La presencia de la lectura con el nominativo eudokia puede ser explicada como un deseo del copista por mejorar el sentido, o por omisión paleográfica (al final de una línea). 

El vocablo eudokia puede diferir de eudokias por la sola presencia de un minúsculo signo de puntuación llamado sigma lunar (más pequeño que un simple punto), por el cual pudo haber sido confundida por ser escrita en forma uncial: «EUDOKIAS»  al final de la línea.




Sigma lunar de «eudokias» en el Minúsculo M1141 (Lc 2.14)

 

Antes de los hallazgos del Desierto de Judea, a menudo era discutible si acaso la expresión los hombres de su buena voluntad, constituía una extraña —si no imposible— expresión hebrea. Sin embargo, ahora que similares enunciados del hebreo han aparecido en varios himnos de Qumrán (los hijos de su buena voluntad, los electos de su buena voluntad), la cláusula puede aceptarse como una genuina composición semítica dentro de esta sección de Lucas, caracterizada por ese tipo de construcciones. 

 

Otros ejemplos son: 

  • Mt 25.15-16

«A uno dio cinco talentos, a otro dos, y a otro uno; a cada uno según su capacidad. Y se fue de viaje. Enseguida, el que recibió los cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco.» (Biblia Textual IV ed.)

A pesar de que la evidencia externa que respalda la lectura adoptada en esta versión es limitada en su extensión, no obstante es buena en calidad. Más importante aún, esta lectura es la que mejor explica el origen de las restantes, las cuales surgieron cuando los copistas trataron de eliminar la ambigüedad que produce la ubicación de «enseguida» e insertaron el adversativo bien antes o después de «se fue». La puntuación adoptada es acorde al estilo de Mateo y al sentido coherente de la parábola (no tiene objeto que el amoparta enseguida, en tanto que sí tiene mucho significado que el esclavo se ponga a trabajar pronto).

  • Lc 8.27

«Al llegar él a tierra, vino a su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado desde hacía mucho tiempo; y no vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los sepulcros.» (Reina-Valera 60)

«Y al llegar a tierra, salió al encuentro cierto varón de la ciudad que tenía demonios, y desde hacía mucho tiempo no se ponía vestido ni vivía en casas, sino entre los sepulcros.» (Biblia Textual IV ed.)

¿Hemos de construir la frase con las palabras que anteceden: «que tenía demonios desde hacía mucho», o con las que siguen:«desde hacía mucho tiempo no se ponía vestido?» Impresionados por el peso de evidencia externa en respaldo de la última alternativa, se decidió en consecuencia.

  • Ro 8.20-21

«Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.» (Reina-Valera 60)

«Porque la creación fue sujetada a la frustración, no por su propia voluntad, sino por la del que la sujetó; en esperanza de que también la creación misma será liberada de la esclavitud de la corrupción a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.» (Biblia Textual IV ed.)

De igual manera que en el ejemplo anterior, ¿ha de preferirse a esperanza para formar la frase: sino por la del que la sujetó en esperanza o con la siguiente: en esperanza de que también la creación misma será liberada de la esclavitud? Por el contexto inmediato se ha respaldado la última alternativa.

  • 2 Co 12.6-7

«Sin embargo, si quisiera gloriarme, no sería insensato, porque diría la verdad; pero lo dejo, para que nadie piense de mí más de lo que en mí ve, u oye de mí. Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera;» (Reina-Valera 60)

«Aunque si quisiera gloriarme, no sería insensato, pues diría la verdad; pero me abstengo, para que nadie me considere por encima de lo que ve en mí, u oye algo de mí, aun con la grandeza de las revelaciones. Por lo cual, para que no me enaltezca, me fue dado un aguijón en la carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, a fin de que no me enaltezca.» (Biblia Textual IV ed.)

A pesar que por «lo cual» está ausente de algunos importantes mss., se prefirió retener tales palabras en el texto por ser la lectura más difícil, respaldada, como en efecto está, por buenos mss. alejandrinos. La supresión de la conjunción pudo ocurrir cuando los copistas erróneamente comenzaron una nueva oración con «aun por la grandeza de las revelaciones», en vez de relacionar estas palabras con la frase precedente.

 Abreviaciones