Capítulo 3

Escrito el 01/03/2022


Hijos de Dios

1 ¡Miren qué clase de amor! El Padre nos ha concedido que seamos llamados hijos de Dios, ¡y lo somos!; por esto no nos conoce el mundo, porque tampoco lo conoció a Él. 

2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él sea manifestado, seremos semejantes a Él, porque lo veremos tal como es. 3 Y todo el que tiene esta esperanza en Él se purifica a sí mismo, como Él es puro. 4 Todo el que practica el pecado, también practica la infracción de la ley, porque el pecado es infracción de la ley. 5 Y ustedes saben que Él fue manifestado para que cargara los pecados, aunque en Él no hay pecado. 6 Todo el que permanece en Él, no peca; todo el que continúa pecando, no lo ha visto ni lo ha conocido.

7 Niñitos, nadie los engañe: el que practica la justicia es justo, como Él es justo; 8 el que practica el pecado es del diablo, pues el diablo peca desde un principio. Para esto fue manifestado el Hijo de Dios: para que destruyera las obras del diablo. 9 Todo el que ha nacido de Dios no practica pecado, porque la simiente de Dios permanece en él, y no puede pecar, porque ha nacido de Dios. 10 En esto son reconocidos los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo aquel que no practica la justicia no es de Dios, tampoco aquel que no ama a su hermano. 11 Porque este es el mensaje que ustedes oyeron desde un principio: que nos amemos unos a otros. 12 No como Caín, que era del maligno y asesinó a su hermano; ¿y por qué razón lo asesinó?, porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas. 

13 Pero no se extrañen, hermanos, si el mundo los odia. 14 Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida, porque amamos a los hermanos; el que no ama, permanece en la muerte. 15 Todo el que odia a su hermano es un asesino, y ustedes saben que ningún asesino tiene vida eterna morando en él. 16 En esto hemos conocido el amor: en que Él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner la vida por los hermanos. 17 Pero el que tiene bienes en este mundo, y ve a su hermano en necesidad, y le cierra sus entrañas, ¿cómo podrá habitar el amor de Dios en él?

18 Hijitos, no amemos de palabra ni de lengua, sino con obra y de verdad, 19 y en esto sabremos que somos procedentes de la Verdad y tranquilizaremos nuestro corazón delante de Él 20 aún cuando nuestro corazón nos condene, porque más grande que nuestro corazón es Dios, y Él conoce todas las cosas. 

21 Amados, si nuestro corazón no nos condena, confianza tenemos para con Dios, 22 y recibimos de parte de Él cualquier cosa que le pidamos, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que es grato ante Él. 

23 Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesús ungido y nos amemos unos a otros, como nos ha dado mandamiento. 24 Y aquel que guarda sus mandamientos, permanece en Él, y Él en aquel; y en esto sabemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio.

 


3.1 clase de... Lit. de qué país; Dios... →Jn 1.12; y lo somos... §134. 3.2 manifestado... Lit. fue manifestado. 3.5 cargara... El verbo gr. aíro expresa la triple acción de levantar, cargar sobre sí mismo y alejar; los... M↓ registran nuestros; pecados... →Jn 1.29. 3.8 practica... Esto es, continúa haciendo; es... procede; peca... Es decir, continúa pecando. 3.9 practica... →v. 8; simiente... Lit. esperma. 3.10 practica... →v. 8. 3.11 otros... →Jn 13.34. 3.12 hermano... →Gn 4.8. 3.14 vida... →Jn 5.24; ama... M↓ añaden a su hermano. 3.15 morando... Gr. ménousan permaneciendo; él... Esto es, el homicida. 3.17 bienes... Lit. la vida →v. 2.16; entrañas... O (en lenguaje actual), el corazón; cómo... Esto es, ¿cómo se puede decir que... ? 3.20 Dios... Con su amor, Dios convence a aquel que es acusado por su corazón →Jn 21.15-17. 3.22 hacemos... Es decir, ponemos por obra3.23 nombre... Es decir, la persona; mandamiento... →Jn 13.34; 15.12, 17. 

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