Apostasía y restauración (continuación)

Oráculo de YHVH: 

Cuando quieras volver, oh Israel, vuélvete a mí.

Si apartas de mí tus ídolos detestables,

Ya no vagarás de un lado a otro.

Entonces jurarás por la vida de YHVH,

En verdad, en derecho y en justicia,

Y las naciones se congratularán con Él, y se gloriarán en Él.

Porque así dice YHVH a los varones de Judá y a Jerusalén:

Arad para vosotros en tierra virgen y no sembréis entre espinos.

Circuncidaos ante YHVH, oh varones de Judá y habitantes de Jerusalén,

Y quitad los prepucios de vuestros corazones,

No sea que mi ira salga como fuego,

Y se encienda, y no haya quien la apague,

A causa de la maldad de vuestras acciones.

 

La invasión de Babilonia

¡Proclamadlo en Judá! 

¡Hacedlo oír en Jerusalén! 

Decid: ¡Resonad el shofar en la tierra!

Gritad con todas las fuerzas y decid:

¡Congregaos para marchar a la ciudad fuerte!

Alzad estandarte hacia Sión,

Buscad refugio aprisa, no os detengáis,

Porque del norte traigo la desgracia, una gran calamidad: 

De la espesura sube el león:

El destructor de naciones está en marcha,

Partió de su sitio para convertir tu tierra en desolación;

Tus ciudades quedarán en ruinas, sin habitantes.

Por eso, ceñíos de saco, lamentaos y gemid;

Porque el ardor de la ira de YHVH

No se ha apartado de nosotros.

Y sucederá en aquel día, dice YHVH, que desfallecerá el corazón del rey, 

Y el corazón de los príncipes,

Y los sacerdotes estarán atónitos,

Y los profetas, consternados.

10 (Dije yo entonces: ¡Ah, Adonai YHVH!, ciertamente permitiste que este pueblo y Jerusalén fuera engañado, cuando les decían: ¡Tendréis paz!, pues tenemos la espada al cuello).

11 En aquel tiempo se dirá a este pueblo y a Jerusalén:

Un viento abrasador viene de las alturas del desierto a la hija de mi pueblo,

No para aventar ni para limpiar;

12 Y un viento más fuerte todavía vendrá de mi parte,

Y Yo mismo daré ahora sentencia contra ella.

13 Mirad: sube como las nubes,

Sus carros, como la tormenta;

Sus caballos son más ligeros que las águilas.

¡Ay de nosotros, porque somos devastados!

14 ¡Oh Jerusalén!, lava la maldad de tu corazón para que seas salva.

¿Hasta cuándo se aposentarán tus malos pensamientos dentro de ti?

15 Porque una voz trae la noticia desde Dan,

Y anuncia la calamidad desde la serranía de Efraín.

16 Anunciad a las naciones:

Ved, anunciad a Jerusalén:

¡Vienen sitiadores de tierras lejanas,

Y hacen resonar su voz contra las ciudades de Judá!

17 Como guardas de campo la rodean,

Porque se ha rebelado contra mí, dice YHVH.

18 Tus caminos y tus hechos te han traído estas cosas,

Esta es tu llaga. ¡Cuán amarga!

¡Cómo penetra en tu corazón!

19 ¡Mis entrañas, mis entrañas!

Me duelen las fibras de mi corazón,

Mi corazón se agita dentro de mí,

No puede estarse quieto,

Por cuanto has oído, alma mía,

El sonido del shofar

Y el clamor de la guerra.

20 Se anuncia golpe sobre golpe,

Porque toda la tierra está devastada;

Súbitamente son saqueadas mis tiendas,

En un momento, mis cortinas.

21 ¿Hasta cuándo he de ver la bandera,

Y oír sonido del shofar?

22 Ciertamente mi pueblo es necio, no me han conocido;

Son hijos insensatos, no entendidos;

Expertos para hacer el mal,

Nada saben de hacer el bien.

 

23 Miré, y ¡he aquí la tierra en caos y vacío!

Y vi los cielos, y no había luz en ellos.

24 Miré los montes, y he aquí temblaban,

Y todos los collados se estremecían.

25 Miré, y no había hombre;

Y todas las aves de los cielos habían huido.

26 Miré, y he aquí la tierra fértil era un desierto,

Y todas sus ciudades destruidas,

Ante la presencia de YHVH,

Ante el ardor de su ira.

27 Porque así dice YHVH:

Toda esta tierra será asolada,

Aunque no haré una destrucción completa,

28 La tierra se enlutará y los cielos arriba se oscurecerán;

Pues he hablado, lo he pensado,

Y no cambiaré de parecer ni desistiré de ello.

29 Al estruendo de jinetes y de arqueros, cada ciudad se pone en fuga,

Entran en la espesura y suben a los peñascos.

Todas las ciudades están abandonadas,

No queda en ellas morador alguno.

30 Y una vez desolada, ¿qué harás tú?

Aunque te vistas de escarlata,

Aunque te engalanes con adornos de oro,

Aunque pintes tus ojos con antimonio,

En vano querrás embellecerte:

Tus amantes te desprecian; buscan tu alma.

31 Oigo gritos como de parturienta,

Sollozos como de primeriza:

Es el grito angustiado de la hija de Sión, que respira con dificultad,

Que extiende sus brazos, diciendo:

¡Ay de mí!

¡Mi alma desmaya a causa de los asesinos!

 


4.1 volver... Es decir, de ir en pos de dioses ajenos. 4.2 se gloriarán en Él... Referencia al cumplimiento de las promesas mesiánicas →Gn 12.3; 22.18; 26.4; 28.14. 4.5 shofar... Instrumento de viento hecho de un cuerno de carnero. 4.7 sube el león... Esto es, Nabucodonosor. 4.8 saco... Vestidura tosca, de tela áspera, generalmente de color oscuro y hecha de pelo de cabra o de camello. La usaban aquellos que estaban de duelo o que querían expresar contrición, para lo cual se ceñían dicha tela sobre el cuerpo (dejando, generalmente, un hueco a la altura del pecho, para poder golpeárselo), o bien se sentaban o dormían sobre la misma →2S 3.31; 2R 6.30. 4.10 fuera engañado... Es decir, por los falsos profetas que le prometían paz. 4.18 llaga... Esto es, la llaga de la lepra, símbolo del pecado →Is 53.8 nota. 4.20 mis cortinas... Prob. referencia al tabernáculo del cuerpo (la vida misma) →2Co 5.1 4.23 caos y vacío... La expresión tohu-vabohu = caos y vacío, es idéntica al registro de Gn 1.2. Se refiere a la Tierra creada (Gn 1.1) y describe su condición como resultado del juicio (vv. 24-26) que destruyó el orden original causado por la rebelión angélica. Debe diferenciarse de la hechura del planeta tierra§1, §2, §34.30 Se inserta una vez  para suplir elipsis del original; aunque pintes... Lit. aunque rasgues. 

 Abreviaciones