Es otro de los números perfectos, según explica perfección de gobierno, o gobierno de perfección. Doce es el producto de la multiplicación del 3 (número de la perfección divina) por el 4 (número de la creación material). Mientras que 7 se compone de 3 + 4; doce es 3 x 4, y denota algo que es difícil explicar en palabras, pero que la intuición percibe al instante: organización. Los productos denotando producción y multiplicación y suma de todo lo que ambos números contienen por separado.
- El 4 es prominente en el 12, y 12 son los signos del Zodíaco (5 + 7).
¿Atarás los lazos de las Pléyades?¿Desatarás las ligaduras de Orión? ¿Abrirás completamente el Mazzarot en su tiempo señalado? ¿Regirás a Lucero con sus rayos? (Job 38.31-32). En los cielos vemos desplegado un diseño numérico maravilloso. Los diseños zodiacales son 12, cada uno con 3 constelaciones dependientes, para un total de: (3 x 12) + 12 = 48 = 4 x 12. Debe existir una razón por la cual el número 12 resalta en los cielos. ¿Por qué el 12 ha de ser el dígito predominante? ¿Por qué no 11, o 13, o 7, o 20? Por cuanto 12 es uno de los números perfectos, que define la perfección gubernamental al estar asociado con el señorío de los cielos (Gn. 1.16-18). Observamos un producto común notable en los 12 signos del Zodíaco, las 36 (12 x 3) constelaciones, el total 48 (12 x 4); los 360 (12 x 30) grados que dividen al gran círculo de los cielos (nadie ha podido explicar exactamente por qué el número de grados fue fijado en 360), y la división de sus constelaciones que resultan en los 12 meses del año, también llamado luni-solar por cuanto es utilizado en el conteo profético. Así, pues, hemos visto ejemplos del 12 utilizado como factor predominante en los cielos.
- Doce es hallado múltiple en todo lo que tiene que ver con dominio. El sol (que domina el día), y la luna y las estrellas (que gobiernan la noche), lo hacen a su paso por las constelaciones (Salmo 136.8-9; 19.1-6):
12 + 3 x 12 = 48 que completan el gran círculo del firmamento de 360 (12 x 30) divisiones, para así gobernar el año.
- Doce fueron los patriarcas desde Set a Noé y su familia y doce desde Sem a Isaac.
- La narrativa de Ex 15.22-27 está llena de un profundo simbolismo. La llegada a Mara, la sed y las aguas amargas; el madero que las endulzó; la prueba de Israel y su partida hacia Elim. Este corto pasaje habla de la larga epopeya del pueblo escogido, de su dispersión, redención y final restauración, donde toda (doce tribus) sed será saciada por doce fuentes de agua bajo la sombra de las setenta palmeras de Elim.
- Los doce hijos de Israel. Aunque en realidad son trece en número, nunca hay más de doce nombrados en una lista. Existen 18 enumeraciones en total, pero en cada lista uno u otro nombre es omitido. Generalmente es Leví, aunque no siempre. En Apocalipsis (7.4-8) tanto Dan como Efraín son omitidos, pero la enumeración sigue siendo doce. Leví y José son introducidos para completar este número de sellados del remanente que anunciará el Evangelio del Reino.
- Doce es el factor predominante en las medidas del templo de Salomón, en contraste con el Tabernáculo que tenía el número cinco. Toda esta numeración es símbolo de la gracia (cinco) que brilla en el tabernáculo, y de la gloria del reino (doce) desplegada en el templo.
- Cuando llegamos al Nuevo Pacto encontramos en el gobierno apostólico el mismo principio que rige para el Patriarcado y la Nación. Allí tenemos 12 Puertas, 12 Ángeles, 12 Tribus, 12 Cimientos, 12 Apóstoles, 12 Piedras preciosas y 12 Perlas.
- Doce años tenía Manasés cuando comenzó a reinar para mal de Israel, y fue en el 12.º año del reinado de Josías que se comenzó a limpiar de idolatría Judá y Jerusalén (2Cr 33.1-2; 34.3).
- Doce años tenía Jesús cuando apareció por primera vez públicamente para hablar acerca de los negocios de su Padre.
- Doce fueron las personas ungidas: Cinco sacerdotes y siete reyes:
Aarón | David |
Nadab | Absalón |
Abiú | Salomón |
Eleazar | Jehú |
Itamar | Joaz |
Saúl | Joacaz |
- Doce legiones de ángeles marcan la perfección de los poderes angélicos (Mt 26.53).
- Las medidas de la Nueva Jerusalén contienen una relación numérica maravillosa. La forma de la ciudad es cúbica y su longitud, altura y anchura son iguales. Cada lado mide doce mil estadios (12 x 1.000) y si estos se convierten en codos, la unidad de su muro, (1 estadio = 400 codos) tenemos entonces que la ciudad mide 4.800.000 codos por cada lado. ¿Y por qué esta conversión?
- Las medidas del muro y la diferencia con las medidas de la ciudad son asombrosas y por ello muy significativas. La ciudad mide 4.800.000 codos por lado (12 x 400.000) en tanto que las medidas del muro (de ángeles y de hombres) sólo 144 codos (12 x 12). Si ambos factores se dividen (4.800.000 / 144 = 33.333,33333333333333) resulta en una ciudad no sólo treinta y tres mil trescientas treinta y tres veces mayor que su muro, sino que la fracción periódica es... infinita.
Introducción a la numeración bíblica: §170.