Consideremos ahora este número fascinante (Ga 3.1b). ¿Extraña que lleve en sí la carga universal del estigma? Al contrario, es significativo, por cuanto también en la Biblia este número, casi sin excepción, refleja maldad, pecado y rebelión.

La mención más temprana del número trece es indirecta, y está relacionada con la rebelión de Nimrod (Gn 10.8-12). El pasaje presenta al principal constructor de la torre de Babel (la Babilonia original), ciudad que junto con Erec, Acad y Calne, constituyeron el comienzo de su reino en Mesopotamia. Nimrod, posteriormente fortalecido por una misteriosa energía, edificó cuatro ciudades, que junto con las primeras obras de este intrépido cazador enfrentado a Adonai Elohim, dieron origen al concepto imperial de gobierno humano, el cual, juntamente con sus sistemas de competencia organizada, economía del lucro y subyugación del hombre por el hombre, rigen y persisten hasta hoy en el mundo (Gn 10.10). Este hombre y su nombre (Nimrod proviene de la raíz hebrea marad = rebelarse) simbolizan el esfuerzo humano por implantar la independencia del hombre en la tierra, copia del camino iniciado por Lucero en el cielo. Por línea de Cam, Nimrod aparece en la genealogía de la raza humana como décimo tercero.

  • El primer registro directo del número 13 está igualmente relacionado con la rebelión (Gn 14.4): Doce años habían servido a Quedorlaomer, pero en el año decimotercero se rebelaron. De allí en adelante, casi siempre el trece (y sus múltiplos) se relaciona directamente con el pecado, la rebelión, la apostasía, la corrupción, la desintegración, la malicia, y otros eventos similares.
  • El segundo registro del número trece se relaciona con Ismael. Este tenía trece años cuando fue circuncidado por Abraham su padre (Gn 17.25), quien tuvo que darle entrada en un pacto que no tenía cabida. Y así fue profetizado, que Ismael llegaría a ser hombre rudo y enfrentado a todos sus hermanos (Gn 16.12; 25.28b). ¡Acertado cumplimiento en la descendencia ismaelita!
  • Las cifras registradas en el pasaje de la rebelión de Coré (Nm 16.35-49), suman 14.950 = 13 x 1150.
  • Salomón ocupó siete años en edificar la Casa de Dios, pero tardó trece en construir la suya, su propia casa (1R 7.1). Esta verdad, expresada en los números siete y trece, se cumplieron no sólo en la propia vida del rey (1R 11.1-2), sino también en la del pueblo sobre el cual reinaba (1R 12.1-33). Desde de la división del Reino, de los 20 reyes de Judá, siete fueron gobernantes justos, mientras que trece se rebelaron contra de Dios.
  • La observación de la gematría de los nombres bíblicos exhibe resultados asombrosos. Entre muchos y variados ejemplos, se demuestra que el factor numérico dominante de los nombres de todas las líneas impías están signadas por el número trece. Invariablemente, los nombres de aquellos que obedecían a Dios son múltiplos de ocho, mientras que, sin excepción, los apóstatas están marcados con múltiplos de trece. Estos asombrosos hechos, no solo revelan que en su presciencia Dios conocía el curso de sus acciones, sino que la gematría de sus nombres marca su futura conducta (1R 13.2).

 

Gematrías de las líneas genealógicas de Set y Caín

Set

Gematría Caín Gematría
Adam 45 Adam 45
Set 700 Caín 160
Enós 357 Enoc 84
Cainán 210 Irad 284
Mahalaleel 136 Mehujael 95
Jared 214 Metusael 777
Enoc 84 Lamec 90
Matusalén 784 Jabal 42
Lamec 90 Jubal 48
Noé 58 Tobel 598
Jafet 490    
Total

3.168 

(8 x 396)

 

2.223

(13 x 9 x 19)

 

Otros ejemplos (listas abreviadas):

Gematrías varias

Noé, Sem, Cam y Jafet 8x9x13
Noé, Sem y Jafet (sin Cam) 8x11
Los nombres cananitas 13x13x19
Jotán 13x13
Jotán y su descendencia, más su hermano Peleg y abuelo Sala 13x212
Línea de Arfaxad hasta Abram 8x446
Los 12 hijos de Ismael 13x12x31
Los 12 jueces de Israel 8x13x37
La lista de los reyes de Judá 8x550
La lista de los reyes de Israel 13x300
Los que regresaron de Babilonia 8x8x47
Los adversarios de Esdras 13x301
Los adversarios de Nehemías 13x209
Daniel, Ananías, Misael y Azarías 8x11

 

(Los nombres caldeos dados por Nabucodonosor no tienen significación.) 

  • Amán, el agagueo, adversario de los judíos, y su plan para destruir al Pueblo Escogido, promovió un edicto sobre el cual echaron la suerte (pur), y fue sellado el día trece del Nisán del año doce del reinado de Asuero para ser ejecutado el día trece de Adar en el treceavo año del reinado de Asuero (Est 3.7-13).
  • Los adversarios del Señor Jesús:

 

Gematría de los adversarios de Jesús
Los fariseos 13x60
Los escribas y fariseos hipócritas 13x13x16
La levadura de los fariseos y saduceos 13x13x18
Una generación perversa y adúltera 13x105

 

  • Otros ejemplos significativos de palabras y su gematría: Hurtar ocurre exactamente trece veces. Las palabras reincidir e hipócrita ocurren trece veces cada una en el Viejo Pacto. Levadura (símbolo permanente de malicia y pecado) ocurre trece veces, y su gematría es 455 = 13 x 35. 
  • A través de toda la Escritura vemos en el número trece y sus múltiplos, cientos (sino miles) de ejemplos exhibiéndolo como símbolo del pecado, siendo los más significativos aquellos donde el autor del pecado, Satanás, es marcado particularmente con este sello. Los distintos nombres, títulos y figuras de Satanás son trece: Satanás, Belial, Beelzebul, diablo, príncipe del mundo, padre de mentira, maligno, tentador, acusador, dios de este siglo, homicida, serpiente antigua y dragón. Y trece son los nombres, títulos y figuras que lo identifican con gematría 13 o múltiplo de 13: 

Gematrías de algunos nombres, figuras y títulos de Satanás
Enemigo 13x1
Belial 13x6
Bestia 13x19
El Adversario 13x28
Beelzebul 13x46
Cetus 13x46
Serpiente 13x60
Demonio 13x75
Dragón

13x75(13veces)

Tentador 13x81
Homicida 13x140
Anticristo

13x147

El llamado Diablo y el Satanás 13x13x13

 

Este último título, el llamado diablo y el Satanás (Ap 12.9), es uno de los más significativos ejemplos del número trece. Su asombrosa gematría (2.197 = 13x13x13) presenta una de las evidencias más sorprendentes de la numeración bíblica. Familiarizados con el incidente de la serpiente de bronce (Nm. 21.4-9), y el enigmático nexo que Jesús establece con su obra en la cruz (Jn 3.14-15), estamos a punto de comprender (numéricamente) cómo al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros llegáramos a ser justicia de DIOS en Él (2Co 5.21). Porque, al ser clavado en la cruz, Jesús fue literalmente hecho pecado. De aquí sus palabras Eloi, Eloi, ¿lema sabajtaní? (Mr 15.34). Con esto en mente, fijemos ahora nuestra atención en Pilato, juzgando a Jesús, tratando de persuadir a los judíos, advertido por su esposa, y aun así, rindiéndose finalmente ante el clamor exigente del pueblo. Se lavó sus manos frente a ellos (aunque no es el agua sino la sangre divina lo que lava el pecado) y obedeciendo a una fuerza misteriosa e ineluctable (Jn 19.22), escribió el nombre del Hijo de Dios y lo colocó encima (heb. me ’al §168) de su cabeza. El título era: JESÚS EL NAZARENO. Y Pilato se mantuvo firme en aquellas palabras que había escrito (Jn 19.22) Ahora bien, el asombroso significado del más grande drama de los siglos, deja al lector sin respiración cuando descubre que la gematría de ese título Jesús de Nazaret es exactamente 2.197, es decir: ¡13x13x13! La numeración bíblica expresa así hasta qué punto Jesús, al ser hecho pecado por nosotros, juzgó (bronce) al pecado (serpiente) en la cruz. ¡Sin comentarios! 

Aspiramos que estos pocos ejemplos motiven al lector a una búsqueda más profunda y provechosa, y extasiado, pueda entonar con el salmista: ¡La suma de tu Palabra es verdad! (Sal 119.160), al entender, entre otros miles de ejemplos maravillosos, el misterio de los 153 peces (§92).

Introducción a la numeración bíblica: §170.